Ana Karina Santos. Hace 35 años dio el último adiós el genio de la literatura Julio Cortázar, quien dejó como legado a la humanidad increíbles textos que ponen a volar la imaginación de los lectores.
Un 12 de febrero de 1984 murió en París el autor de «Rayuela« e infinidad de obras que hoy por hoy forman parte de la literatura universal.
Se recuerdan las palabras emitidas por Julio Cortázar para en el diario de Andrés Fava: «Quisiera que el gesto de la muerte no irrumpiese de fuera, no se amplificara desmesuradamente, que entre llevarme el tenedor o la pistola a la boca no hubiera casi diferencia cualitativa. Si matarse es una ventana, no salir golpeando la puerta. Si vivir fue not a bang but a whimper, disponer el cese de actividades con la misma sencillez que se apaga el velador para admitir una noche más. El punto final es pequeñito, y casi no se lo ve en la página escrita; se lo advierte luego por contraste, cuando después de él comienza el blanco».
Sus obras han sido traducidas en más de 30 idiomas, no sólo fue novelista, sino poeta, escritor de ensayos, piezas de teatro, cuentos y críticas, destacando textos como Rayuela, Bestiario, Libro de Manuel, final de Juego, La Otra Orilla, entre otros no menos resaltantes, sus obras son el legado de este pensador que deja una huella imborrable.
